30 abr 2011

Clan Kyoto: El Origen

Fue hace tanto que, a duras penas logro recordarlo, mis ojos sollozan por tan hermosas épocas y fieros momentos, mas aún, recordar que todo, fue cuestión de honor y lealtad…

Todo comenzó en las tierras Orientales, en una isla al extremo del continente (Japón) subsistía una lucha de señores feudales, donde en mitad del caos los hijos del Señor de la sangre (Oda) intentaban escapar de aquel infierno, entre aguas turbias, apenas tres niños, luchando contra tifones; Al llegar un tiempo después a las puertas del mar Mediterráneo se encontraron en tierras Europeas, aquellos niños fueron separados del menor, el cual fue llevado a Francia y fue colocado a cargo de una familia sustituta, los dos mayores, por su condición, fueron tratados como esclavos, vendidos y llevados a Egipto donde unos años después, lograron destacarse por fieras batallas en las cuales salían vencedores, al ganar tantos meritos fueron liberados y allí comenzaron una ardua travesía hacia las tierras Europeas nuevamente.
En aquellas dunas tan traicioneras y desiertas, pareciese como si el hambre y el cansancio los comenzara a derrotar lentamente, pero en una noche fría como normalmente se siente en medio del desierto, elevaron su mirada hacia la luna y aquellos jóvenes Kyoshi Set Matsuei y Shishio Set Tathsuhiko Comenzaron a sentir como si una gigantesca fuerza proveniente de la misma luz platea en la Diosa lunar, los llenase de fuerza obligándolos a continuar bajo la noche tan despejada que las estrellas brillaban como zafiros.

Ya cuando el sol comenzaba a mostrarse en el horizonte observaron un par de destellos entre las arenas y al acercarse, sus ojos se deslumbraron al ver un par de lanzas de contextura extraña al igual que las simbologías que entre sus hojas se connotaba y tan brillantes, allí entendieron que se trataba de las lanzas del caos, que se encontraban perdidas durante décadas…

Días después, a llegar a tierras europeas aquellos jóvenes de corta edad, fueron atacados por extraños que para ellos, hablaban en lenguas tan desconocidas como ellos mismos y parecían salidos de millones de telares y colores, derrotándolos fácilmente obtuvieron contacto visual con un comerciante el cual tenía rasgos muy similares a ellos y entre miradas, decidieron acercarse al mismo e intentar hablarle; Para gran sorpresa hablaban su mismo idioma, dicho hombre se fijo en las marcas que tenían en los brazos, los cuales formaban gran similitud con los suyos, pero sin prestarle mucha atención les comunico que eran necesarios para la lucha contra el caos y debían formar parte de las tropas templarías del teniente coronel Fucker, debido a su desempeño en batalla y mitología que cernía sobre ellos, aquel comerciante llamado Set Kaiser Von Claf les dio un par de días para pensarlo.

Días después observaron algunos templos destruidos, entre ellos el de la Diosa Luna lo cual los lleno de desagravio e ira contra las fuerzas del Caos que ya comenzaba a llegar destruyendo todo a su paso.

Desde las tierras del norte una latente amenaza se aproximaba, las huestes del Dios de la muerte, Hordas del Caos, Los hijos del Dios del Trueno, tan oscura amenaza arrasaba con todo lo que se le atravesaba en su camino El Ulfhednar Thorsson, quien dirigía tal ataque se comentaba que era una fiera gigantesca de bestiales facciones y musculosas extremidades, siendo su esgrima tan armoniosa y perfecta que de hecho casi nadie podía igualarle.

Set Kaiser Von Claf, Kyoshi Set Matsuei y Shishio Set Tathsuhiko, se embarcaron junto a varios soldados templarios, hacia las costas del extremo del continente oriental, en las tierras del sol naciente, donde se encontrarían con el capitán de la familia Uesugi llamado Kenshin (Corazón de la espada) el cual había asumido el liderato durante el caos entre feudos.
Kenshin, al no querer reconocerlos como directos descendientes del Señor de la sangre (Oda) les reto a un combate donde salieron vencedores.
Junto con su marca familiar y las lanzas del caos se les dio el reconocimiento y al mando de tres de las veintitrés tropas que existían con el propósito de unificar Japón.

Después de fieras batallas durante años y con ayuda de los Templarios lograron unificar gran parte de aquella tierra del sol naciente.

Durante aquellas épocas, Shishio Set Tathsuhiko conoció a una joven de cabello negro y lacio como las olas, blanca y de rasgos tan definidos y hermosos que logro cautivarle; Años después aquella mujer, dio a luz al primogénito de Shishio, pero ella, murió en aquel día, una noche fría, bajo la platea Luna.

Al lograr unificar Japón, llego un comunicado de las tierras santas, provenientes de Lord Hammer, donde obligaba a su división entre ellos Shishio Set Tathsuhiko, Set Kaiser Von Claf y Kyoshi Set Matsuei a abandonar sus armas, credo y cultura, y comenzar a usar el arma predilecta por los templarios y creer en su Dios caído, de lo contrario morirían bajo el filo de su ejército. Al instante se comunico al mismo que no cambiarían de creencias, y que esta traición la pagaría, y reuniendo fuerzas de algunos templarios que fueron de su lado, expulsaron las fuerzas blanquecinas de Japón, de esa forma declarándole la guerra a la misma; En ese instante por las costas de Matsue irrumpían las fuerzas del caos dirigiéndose hacia Kyoto, la capital en ese momento, quince de las veintitrés tropas de kyoto, constituida por cincuenta samuráis cada una fueron designadas para defender; Entre las tropas se encontraban los tres descendientes de Oda, y se dirigían lentamente hacia Matsue.

Al llegar, se encontraron con campamentos del caos repletos de un ejército despiadado, en frente se veía una figura bestial sobresaliente de los demás, un gigantesco ser el cual entre rugidos modulaba la preparación de sus tropas y en menos de diez minutos había una línea de hombres interminables, sin recibir orden alguna, la tropa de Kaiser avanzo junto a él en una coalición contra la tropa del Ulfhednar y las otras solo se quedaron observando por un momento y al darse la orden se desplegaron millones de tropas de los dos bandos, confundiéndose entre metales y sangre.

Ya eran varias horas de ardua batalla hasta que Kaiser, observo a Ulfhednar acercándose con gran rapidez hacia él entre rugidos que asustarían al más vil guerrero, pero káiser, no dio un paso atrás y arremetió contra el rápidamente, al chocar, la gigantesca arma del Ulfhednar impacto en el peto de káiser enviándolo varios metros por el aire hasta el suelo; colocándose de pie con una iracunda mirada, Kaiser arremetió contra él a la velocidad de un relámpago y esquivando un tajo horizontal del Ulfhednar logro impactar en la pierna derecha de este, pero su armadura era tan resistente que solo desgarro una pequeña fracción de piel de aquel gigantesco ser, el cual, girando su cuerpo hacia él, lanzo un golpe final que impacto al nivel de su abdomen quebrando su armadura y traspasándola hasta desgarrar cada ligamento de la misma y atravesando cada textura de carne hasta partir en dos el cuerpo de aquel guerrero que en sus ojos la luz se apagaba lentamente hasta morir sobre un lago de sangre…

Shishio y Kioshy, dirigieron su mirada a aquel espectáculo y al observar como la carne de su hermano era desgarrada corrieron hacia el Ulfhednar y entre saltos, lograron esquivar los tajos de su arma, conllevando así, que aquellas lanzas gemelas del Caos impactase en el cuerpo del gigantesco hombre desplegando allí un grito de dolor inmediato y con el movimiento de desesperación, partió las hojas de la lanza y se retiro de allí, sangrando por su espalda y abdomen, así, su ejército lo siguió y quedando pocos samuráis elevaron sus espadas hacia el cielo y en son de victoria efectuaron un grito que se escucho por todos lares.
Aquellos hombres valerosos y héroes fueron designados a un grupo especial hecho para la defensa de su mismo país, aquel grupo, fue llamado Kyoto bajo el mando de Shishio y control del Shogun Kyoshi también llamado Shadow.

Así fue fundado el Clan Kyoto, entre sangre y guerras, pero más importante se fundó, luchando contra la luz y la oscuridad, por el HONOR y la GLORIA de Japón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario